El oído es el sentido que todo el tiempo está activo. Por esta razón nadie es inmune a la contaminación acústica y muchas veces hasta el cuerpo reacciona con extrema tensión con respecto al sonido.
Científicos y expertos han declarado de forma unánime que el ruido puede llegar a perjudicar la salud. Variando desde trastornos fisiológicos, pérdida progresiva de audición, irritación, cansancio y hasta rendimiento laboral con respecto a la relación de los demás.
El reconocimiento del ruido como un peligro es reciente, y se ha llegado a considerar como un problema sanitario. La exposición prolongada al ruido, ya sea en el trabajo o en la vida cotidiana, llega a causar problemas como hipertensión y enfermedades cardiacas. Y en especial si el sonido está por encima de los 80 dB puede llegar a aumentar el comportamiento agresivo de las personas.
El diario The Wall Street Journal, publicó hace tres años la historia de un padre de familia quien después de cenar en un restaurante con sus tres hijos se dio cuenta del ruido insoportable que lo rodeaba. En sus palabras dijo: -el silbido de la salsa de soja en la parrilla, el aumento de volumen de las conversaciones de la gente y nuestros hijos pequeños, cada uno con una trompeta de plástico haciendo un ruido tan fuerte, resulta insoportable-.
Sólo se requiere una hora para escuchar todo el ruido que nos rodea, la contaminación acústica (mensajes de celular, aviones sobrevolando a baja altura, obras públicas, coches y los claxons, entre otros) es la causante de 45,000 muertes al año por paros cardiacos según los especialistas. Éstos recomiendan hacer varias cosas sencillas pero efectivas que nos ayudarán a reducir la contaminación auditiva a la que estamos expuestos.
Varias de las sugerencias que hacen son: evitar usar bocinas o sirenas, usar un despertador gradual y tratar de levantarse con el primer aviso, reducir el uso de auriculares con cascos miniaturizados ya que multiplican el efecto dañino, si vas a una discoteca el oído necesitará un descanso superior de 16 horas de reposo por cada 2 horas de exposición a ruidos alcanzados arriba de los 100dB; y si te expones diariamente a periodos superiores a 1 hora a ruidos producidos por autos, máquinas, metro y otras fuentes de alta emisión, se recomiendan los tapones de silicona para reducir el impacto.
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