En nuestra campaña publicitaria podemos hacer uso de infinidad de recursos, pero no todos a la vez. Antes de añadir sonidos, efectos o diseños debemos tener una idea y esquema claro de lo que aparecerá en la publicidad. Parte de estas ideas incluyen también la forma en que se utilizara un recurso, por ejemplo, cómo se va a enfocar un jingle en nuestra campaña. De esto depende el impacto que deseemos generar, y la cantidad de clientes potenciales que podamos atraer.
No obstante, un jingle no existe así no más, existen jingles para ciertos tipos de publicidad. Un jingle es una emisión publicitaria que incluye voz o locución y musicalización. Existen varios tipos de jingle según su fin, y todos pueden ser hechos al mejor estilo de un jingle profesional.
Jingles del tipo político
En este caso se deja de llamar campaña publicitaria por propaganda. Un jingle político cumple con los mismos objetivos que el jingle comercial, que es el de difundir y promover una marca. La diferencia más marcada la vemos cuando deja de ser un producto que satisface nuestras necesidades, y en vez de eso es una idea o una persona que se ofrece a satisfacer las necesidades de todos o muchos.
El jingle político utiliza voz o locución y musicalización, y todo esto gira en torno al producto; o mejor dicho al personaje. En muchos casos la locución pasa a ser parte de la musicalización, y así crean una canción promocional.
Jingles del tipo publicitario
El jingle publicitario es el que se utiliza para las campañas publicitarias, y es el que más frecuente oímos. En este caso vemos que se hace promoción de un producto o servicio que busca satisfacer nuestra necesidad. Un jingle al estilo publicitario incluye las mismas características que los otros tipos de jingles. Su diferencia está en el objetivo o, mejor dicho, a quien va dirigido.
El jingle publicitario mezcla la música y la locución para lograr atraer a su público de forma efectiva. Existen varias formas de mezclar la música con la locución en un jingle, y eso lo hemos visto de distintas formas.
